Cuando en el túnel no se ve la luz

Una amiga me escribe por correo electrónico mencionando que está atravesando por momentos difíciles. Aunque no entra en detalles menciona que se encuentra como en un oscuro túnel, donde no ve la luz al final de éste. Por ello y a petición suya, se realiza la siguiente consulta:

Veo en tu consulta momentos difíciles, preocupaciones. Parece que te estás tomando a pecho muchas cosas. No es que sea errado, pero las situaciones verdaderamente te están afectando. Es probable incluso que duermas mal o sueñes con eso. De verdad es un momento oscuro el actual. Pero según veo en la consulta, no todo es mal. Mira este ejemplo: A lo pronto no ves luz al final del tunel porque esperas que la luz venga de un sitio, adelante, por decir algo, cuando en realidad viene de arriba, por ello no la ves. Las cartas alrededor para nada anuncian cosas peores, al contrario. Se presenta una mejora con la familia, un momento de triunfo y celebraciones también, pequeñas, pero que realmente motivan a continuar. A la larga, hay cierta estabilidad, momento de descanso (o pausa) donde se disfruta el trabajo realizado (físico o psicológico). No desmayes, esto que atraviesas es temporal. Lo que debes hacer es lo siguiente:

En primera instancia CENTRARTE. No permitas que las preocupaciones desvíen el norte que te has trazado. Es un momento donde todo lo que pienses puede cristalizarse, sea bueno o malo. Si piensas en negativo, las cosas se transforman en negativas. No hay que ser ni pesimista ni optimista, sólo realista.

Medita, pues éste es el pan del sabio. Aparece en la consulta que debes hacer retiros, aislamientos y dedicarlos a reflexionar sobre lo que pasa. Pero no a pensar sobre el asunto, porque en la mente está el ego, es mas bien ver todos los lados del problema, de la situación, desde tu punto de vista, de la otra persona, desde alguien que nada tenga que ver, quién se beneficia, quien sale mal, una visión amplia.

Hay cierto período difícil o complicado que debes atravesar. Es duro pero necesario. Esa pausa que experimentarás que usarás para reflexionar profundamente te ayudarán a salir de manera adecuada esa situación que viene pronto. Digamos que ese momento es la cúspide de lo que atraviesas, el punto máximo. Luego de allí viene la respuesta o solución.

Aconsejaría que tuvieras suficientemente en claro a qué te enfrentas, tu posición y la de los demás. Nada ocurre por casualidad. La persona ama a Dios, la doctrina y la sabiduría cuando se encuentra de buenas, en paz... pero ¿en los momentos difíciles? He acá una prueba. Paciencia, calma, fidelidad... todo pasa, recuerda eso.

En ocasiones las personas atraviesan por situaciones difíciles. Lo complejo del asunto hace que la persona pierda la calma, la paz interior y en el pánico que experimenta se sienta abandonada de la divinidad, por la luz, por su ser. La vida son pruebas, donde se evidencia el avance que tiene o el aprendizaje que alcanza.